Facilitadora Emocional

Mi nombre es TANIT PALAY

La maternidad es una oportunidad de transformar tu vida. O no. Porque tú eliges.

Una de cada cinco madres padecerá algún tipo de trastorno de salud mental.

Hay tres retos:

  1. Saber qué hacer con lo que tú sientes.
  2. Saber acompañar y sostener lo que siente tu criatura.
  3. Cómo hacerlo en equilibrio para no perderte a ti misma.

¿De verdad vas a leerte un libro, aplicar cuatro tips y creer que así ya le estás dando una mayor inteligencia emocional?

La maternidad es
maravillosa

De momento, mientras estoy en construcción. 

Te invito a unirte a mi newsletter y también investigues que es esto de acompañar el llanto.

¿Por qué trabajo con Ringana?

RINGANA es la marca austriaca de cosmética y suplementos de alta gama que está siendo una revolución.

Me lancé cuando descubrí que compartimos valores, que tratan de cuidar y ser excelentes, que la sostenibilidad es parte de su columna vertebral y que además cuida a personas y animales.

¿Por qué es tan exitosa?

Porque lo hace de manera EXCELENTE y además, de forma ÚNICA. Con el planeta y con las personas.

Destaca entre las marcas de alta cosmética porque sus productos son FRESCOS (como una lechuga o como tú), naturales, veganos, sin aditivos, sin colorantes y sin perfumes artificiales. Poniendo el foco en la salud.

7 de cada 10 personas que lo prueban, repiten. ¡La piel lo nota!

En resumen, además de estar libres de sustancias nocivas, ser respetuosos con el planeta y no molestar a los animales, SON MUY EFICACES.

¿Qué más se puede pedir?

Ringana es
Fresh

Si quieres formar parte de mi equipo, emprendiendo en este negocio o necesitas asesoramiento para elegir tus producto: ringana@tanitpalay.com o puedes contactarme (de momento) a través de Instagram.

Hacerlo tiene premio

¿Por qué comprar a través tuyo?

Si quieres descubrir Ringana de mi mano, será un placer asesorarte y acompañarte. Hacerlo conmigo para ti no supone ningún coste extra y sí algunas ventajas. En tu primera compra, tienes 20€ de descuento. Aunque hay más.

Te dejo tres razones sencillas: 

  1. Si eres mi clienta, tienes ventajas en todos mis servicios, cursos y accedes a regalos, sorteos y masterclass gratuitas. 
  2. Elegir dónde pones tu dinero es importante, haciéndolo decides qué proyectos o personas apoyas. 
  3. Hay algo que te ha traído hasta aquí e imagino que eres una persona que confía en su instinto. 

Sea como sea, de verdad, usa cosmética natural por tu salud y la de los tuyos. 

Una HISTORIA personal

¿Qué hago construyendo la vida perfecta?

Recuerdo que llegó un momento dónde tenía todo aquello que se supone que tienes que tener, una pareja, un pueblo, un grupo de amigos, una carrera, un voluntariado, un trabajo y sentí que me tocaba o casarme o tener un hijo. 

Todo «perfecto» aunque me dolía frecuentemente la barriga, tenía muchos dolores en espalda y cervicales, cero apetito sex.ual y empecé a experimentar mucha sensación de vacío. 

Imagina que le cuentas a tu madre que te separas.

Percibes que no entiende nada.

¿Cuál es el problema? Si no te pega. 

Eso no lo dijo mi madre, aunque mi imaginación me llevó a poner esas palabras ante su desconcierto.

Salté. Me quedé sola viviendo en un piso de alquiler.

Metí más de una pata, reconfiguré mi vida, pague el precio de muchas maneras y algunas, ya te contaré, aún están en proceso.

Después de derrapar al hacer ese salto al vacío, intentando salir a flote de esa vida perfecta, me reencontré conmigo misma. 

Y aquí estoy.

 

¿Te suena?​

No se en que momento estás de tu vida. Quizás no te reconoces en mi historia pero anda, léete esta lista y dime si te reconoces en alguna.

No te preocupes, se puede salir de ahí y si quieres, puedo acompañarte.

Te hablas peor que a tus enemigos.

Das mucho más de lo que sueles recibir.

No sabes que hacer con lo que sientes.

Priorizas a los otros antes que a ti.

No confías en que puedas conseguir lo que te propones.

Has elegido creer en algo que sabías que era mentira.

Cedes ante tu familia o pareja por sentirte culpable.

Te sobrecargas de tareas hasta sentirte agotada.

Sientes que nadie reconoce todo tu esfuerzo.

No suelen cumplir con los propósitos que te haces.

Has normalizado el cansancio y la falta de espacio propio.

Tienes ataques de rabia hacia tus hijos.

Te sabes toda la teoría de crianza respetuosa.